Venganza: Algo no tan dulce como crees


La venganza consiste primordialmente en el desquite contra una persona o grupo en respuesta a una mala acción percibida, vengarse es "equilibrar la balanza" y ello tiene como consecuencia que muchos aspectos de la venganza se asemejen al concepto de justicia, haciendo que la diferencia entre los conceptos de venganza y justicia sean muy difusos. Pero cuando alguien te traicione, resiste la necesidad de vengarte ya que desquitarte probablemente no te haga sentir mejor a final de cuentas, según sugiere un nuevo estudio de la Universidad de Washington.
 
Los investigadores encontraron que esto se debe a que al parecer, la venganza desata toda una mezcla de emociones contradictorias y no todas ellas buenas.
 
En el estudio, los participantes leyeron una historia sobre alguien que busca venganza. Luego de eso, reportaron haber tenido emociones positivas como satisfacción, placer y calma. Esto se debe a que la gente cree que se ha logrado una meta importante, alguien fue castigado por hacer algo malo, comenta la doctora Fade Eadeh autora del estudio. Pero la historia también provocó sentimientos negativos igual de fuertes que los positivos. Los participantes también reportaron sentir emociones como ira, tristeza y anciedad luego de leer la historia.
 
La gente no anticipa que tendrá reacciones negativas luego de vengarse. Piensan que la venganza los llevará directamente a la satisfacción pero no es así. Concluye la doctora Fade Eadeh. 
 
Es probable que estos sentimientos negativos se incrementen debido a que la venganza sirve como recordatorio del daño que hizo la otra persona en primer lugar, lo que te hace sentir mal otra vez, explica.
 
Así que, digamos que tu amigo se acuesta con tu novia. ¿Qué deberías hacer?
 
Lo entendemos: la necesidad de decapitar al tipo debe ser abrumadora. Y estamos seguros de que en ese momento podría sentirse bastante bien también.
 
El problema es que ese increíble sentimiento puede acabarse rápido, dejándote sentimientos potencialmente peores que antes. Así que resiste la necesidad de golpear a tu ex amigo. Y esto no tiene que ver nada con querer sentirte moralmente superior o de decirte a ti mismo que lo que sucedió es una experiencia para aprender. Seguro, estas son razones sólidas para no buscar venganza.
 
Pero ¿puede haber una mejor? Ya te hicieron pasar un infierno debido a esa traición: ¿para qué hacer algo que te sirva de recordatorio de eso e incluso hacerte sentir aún peor?

Comentarios